Decenas de miles de personas rindieron homenaje de forma ininterrumpida a Isabel II durante 24 horas en la catedral de St. Giles en Edimburgo, a una reina que “siempre estuvo ahí para nosotros”, como expresó a Efe Edward Potallo, un hombre que pudo asistir a su coronación en 1953.“La primera vez que la vi, fue cuando fue coronada.
Me llevaron a su coronación cuando tenía nueve años”, relata Potallo tras despedirse de la soberana.
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