VALLE DE LA PASCUA | Franklin Rodríguez | Durante un discurso de orden pronunciado en la plaza Bolívar de Valle de La Pascua, frente a la catedral Nuestra señora de La Candelaria, el profesor, abogado y periodista, Ignacio García Castillo, se paseo por la historia de esta ciudad guariqueña que se prepara para celebrar las tradicionales festividades en honor a su patrona, la Virgen Morena.
García Castillo habló desde el podio instalado frente a la referida catedral, asiento de la Diócesis vallepascuense, ante los legisladores regionales que declararon a esta ciudad capital simbólica del estado Guárico por un día, el secretario general de Gobierno, Freddy Alí, el alcalde Ramón Piñango, la primera dama Dunia Suárez, concejales, reinas y numeroso público que hizo acto de presencia.


El orador de orden, quien es además, un defensor del folclore nacional y conocedor de los orígenes de Valle de La Pascua, refirió que, intelectuales y afamados cantantes, han exaltado con fervor las bondades de este generoso terruño.

“Valle de La Pascua, ciudad de hombres y mujeres que se esmeran por labrar en paz y cordialidad el futuro de sus hijos, asumiendo el trabajo digno y afanador, características que enaltecen este amado suelo”, expresó en el mencionado discurso que pueden leer completo a continuación.
DISCURSO DE IGNACIO GARCÍA CASTILLO PRONUNCIADO EN SESIÓN ESPECIAL DONDE SE DECLARA A VALLE DE LA PASCUA CAPITAL SIMBÓLICA CON MOTIVO DE LA S FERIAS DE LA CANDELARIA
Poetas, intelectuales y afamados cantantes, han exaltado con fervor las bondades de este generoso terruño, Valle de la Pascua, ciudad de hombres y mujeres que se esmeran por labrar en paz y cordialidad el futuro de sus hijos, asumiendo el trabajo digno y afanador, características que enaltecen este amado suelo.

Hoy, el honorable Consejo Legislativo del Estado Guárico, la exalta a capital simbólica, distinción digna, porque esta tierra querida, encrucijada del esfuerzo, como lo afirmara mi inolvidable maestro Salvador González, es poseedora de grandes fortalezas por su estratégica geografía, potencialidades económicas y la nobleza de su gentilicio.
En esta sesión Solemne, donde se dan cita todas las fuerzas vivas del estado, he recibido el privilegio de ser nombrado orador de orden, dándole gracias primeramente a Dios Todopoderoso por permitirme desarrollar y reunir las cualidades para ser merecedor de esta distinción y aquí en la tierra a ustedes;
Ciudadano Gobernador Dr. José Vásquez Aranguren, Ciudadano Alcalde, geógrafo Ramón Piñango Moreno, legisladores del honorable Consejo Legislativo del Estado Guárico y Concejales de la ilustre Cámara Municipal de Infante, gracias por tomar en cuenta a este vallemetido, que ha dado todo por su amada Valle de la Pascua.

El punto de partida del poblamiento de Valle de la Pascua data de 1726, en el que Francisco Carlos Herrera concede permiso a José Zamora para que pueble el sitio de la Aguada de La Pascua Ahora, quien llega al sitio de la Pascua es monseñor Martí, aquí pernota el 9 de marzo de 1783 y es quien saca a Valle de la Pascua del anonimato y en septiembre de ese mismo año, se dirige al gobernador Manuel González Torres de Navarra exponiendo la necesidad de crear un curato en Valle de la Pascua De la autorización del Capitán Francisco Carlos Herrera a Zamora en 1726 para que pueble la aguada de La Pascua, a las diligencias de monseñor Martí en 1783 que culminaron con la creación del curato, se ha gestado una epopeya, pues pasa más de medio siglo.

Las razones de su ilustrísima para crear en el sitio, se basan en que en dicho sitio y sus inmediaciones vivían como 500 personas de ambos sexos, diferentes edades, entre blancos, negros, mestizos y pardos; los cuales se encontraban retirados a más de cuatro leguas de Chaguaramas y por lo mismo expuesto a no oír la misa y carecer de socorros espirituales; por ello, el obispo en su objetivo dice que se establezca una iglesia en el alto que llama de Los Pozitos, casi en el centro del territorio y tenga como linderos: al oriente el Sitio de Sabana Larga, al poniente el Rio Los Aceites, al norte la Montaña de Tucupido y al sur el sitio Naranjillal; el territorio del curato tendrá 9 leguas este- oeste y 7 leguas norte-sur.
Valle de la Pascua es cuna de memorables figuras de la vida nacional, algunos de ellos han cumplido su tránsito vital por los caminos de la vida, pero sus claros ejemplos, se alojaron en nuestros evocativos recuerdos, otras en la actualidad son figuras emblemáticas en diversidad de roles en lo político, económico y cultural.
Cuando evocamos personajes insignes, paradigmas indiscutibles que han enaltecido las acciones ciudadanas, ubicamos nuestra memoria en la figura señera de Monseñor Rafael Chacin Soto, un pastor de almas que impulsó con brío arrollador el progreso de este pueblo para lograr la condición de ciudad, que llego a Valle de la Pascua para quedarse, ya que decía “de aquí solo me sacan muerto”, y ni así fue, porque sus restos se encuentran sepultados en la catedral de esta ciudad .

Su filantropía social estuvo fundamentada en hacer el bien sin aspirar reconocimientos ni distinciones, sólo ver cimentada una obra con efectos positivos en la vida colectiva.
Este ejemplo de liderazgo social y educativo ha inspirado a muchos de sus discípulos que han asumido este legado con fervor y decoro, desarrollando sus actitudes positivas en instituciones y grupos sociales de indiscutido protagonismo en la vida vallepascuense, y en otros puntos geográficos del país.
Como decía: Nelson Mandela, ícono de la historia universal contemporánea: “Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo, puede descansar en paz…” Creo que yo he hecho ese esfuerzo, por lo tanto, dormiré en paz por toda la eternidad.
Valle de la Pascua es una ciudad de paz, valor de la existencia humana que invocamos en oración a la patrona Nuestra Señora de La Candelaria, la amada virgen morena, por ello, señoras y señores, expreso que si la paz es la aspiración para los discípulos de Cristo, entonces, pueblo, gobierno e instituciones de manera fraterna vamos a construir una Venezuela poderosa y de exitosas alternativas.

Sé que en el municipio y en este estado se promueve la convivencia de todos, respetando el pensamiento ideológico. Exhortamos a dejar atrás la mezquindad, el egoísmo, la venganza, el odio, estas debilidades humanas son insumos de la ruina, que contagian fácilmente a la sociedad, manteniéndola en el atraso y le limita su calidad de vida.
La gente de Valle de la Pascua se empina con grandeza hacia la búsqueda de metas colectivas, esa nobleza de espíritu es la que proyecta el camino hacia la transformación, hacia el cambio, hacia el desarrollo y a la felicidad colectiva.
Un evento anual que une afectivamente a la gente, locales y visitantes es la Feria de la Candelaria, las cuales se iniciaron en diciembre de 1939 cuando la ciudad contaba apenas con 15 mil habitantes, donde un grupo de vallepascuenses, con visión de futuro y respondiendo al dicho que reza ”el llanero es del tamaño del compromiso que se le presenta” se impuso la meta de darle a la comunidad unas feria como las celebradas en otras ciudades; el lugar escogido para realizar la exposición ganadera fue un terreno contiguo a la laguna del pueblo, teniendo en esta fuente de agua un atractivo especial ya que Filiberto Armas y Ángel Ledezma mandaron a construir un bar flotante donde llegaran los enferiados a refrescarse, bien en curiaras, hechas por los indios Parares o usando un pasillo fabricado para este fin.
En esta primera feria a la par de las actividades ganaderas también se organizaron eventos populares en los cuales se vivió con afectada preferencia las coleaderas, las cuales se realizaron en la calle de las coleaderas, calle abajo en la Av. Táchira hoy Av. Rómulo Gallegos.
También se realizaron con mucha profusión los infaltables bailes en la plaza Bolívar. Esta experiencia ferial se repitió en 1948, cuando se celebró una feria organizada por la Asociación de Criadores del Distrito Infante y patrocinada por el Ministerio de Agricultura y Cría y conto con la presencia del para entonces presidente de la Republica Don Rómulo Gallegos, quien escucho los oficios religiosos pautados para la ocasión desde el recinto de la catedral.
Sin encontrar una explicación aun, el letargo soplo fuerte en el municipio y por 21 años nos envolvió, el cual se rompió en 1969 cuando un grupo de hombres con espíritu emprendedor y creativo retoma la idea de celebrar las ferias del pueblo, ahora en homenaje a la patrona La Virgen de la Candelaria.
El inicio de esta actividad está representado por el desfile inaugural donde las instituciones educativas y organizaciones públicas y privadas engalanan la avenida Rómulo Gallegos con este majestuoso evento, donde la Banda Show del colegio José Félix Ribas desde 1988 es esperada para que los deleite con sus acordes musicales y sus bailes sincronizados, dándole la alegría y el colorido del evento.
Ya la Feria dejo atrás los días en que se celebraba en las calles del pueblo y ahora se realizan en el Parque de Exposición Emilio Arévalo Cedeño, adentrándonos en el Parque Ferial encontramos la Plaza de Toro Enrico Finelli, epónimo del motor de la fiesta brava en Valle de la Pascua y primer empresario de toros de la ciudad, quedando integrada la primera comisión taurina por Josafat González, Rómulo González, Emilio Carpio, Pedro Armas y Alberto Ojeda. Al sur del parque ferial, se encuentra la manga de coleo Campeones Guariqueños, bautizada con este nombre como un reconocimiento a los hombres osados, que, haciendo gala de su fuerza e inteligencia compenetrados con sus monturas, tumban los toros para anotarse coleadas efectivas y ser premiados con cintas, aplausos y besos de las muchachas que se dan cita cada vez que se anuncia esta actividad. Y así año tras año mi amada Valle de la Pascua se engalana con la celebración de las Ferias de la Candelaria; son días de sabor llanero, convivencia y disfrute colectivo.
La alegría, el colorido y la diversidad de opciones para divertirse entre amigos y familia son estupendos. Qué acertado sería declarar a este evento como patrimonio cultural de la ciudad, son diversas las razones para esta decisión, si valoramos esencialmente que la Feria de La Candelaria equivale a proyectar la generación del gentilicio pascuense.
Evitemos que sobre ella se fragüen alevosas tentativas contra este sentimiento cultural de innegable proyección nacional. Desde hoy nuestra amada ciudad celebra su Feria de La Candelaria, manifestación colectiva en la cual se producen inesperados y placenteros encuentros de vallepascuenses.
Son días de entusiasta festividad donde la gente comparte con solaz fervor el júbilo ferial. Son una ventana que anualmente, y durante cuatro días se le abre de par en par a toda Venezuela.
Existen actividades en el marco de la feria que han marcado la esencia de la misma entre ellas: La exposición ganadera donde productores de la zona y otras regiones del país exponen con orgullo el producto de su esfuerzo y trabajo, agrupando los mejores ejemplares de razas bovinas adaptados a las condiciones de esta zona y en lo más esplendido de su producción, tanto en carne como en leche.
El Reencuentro, donde el domingo de ferias se dan cita en el Parque Laguna del Pueblo, propios y visitantes a compartir con ese amigo, con ese familiar al cual teníamos años sin ver, pieza fundamental de esta actividad la constituyo el amigo Ramón Correa Ochoa, que durante su estadía en esta tierra de Dios estuvo presente en la organización del mismo.
Otra actividad que marca estas Ferias son los clásicos ciclísticos, donde nació nuestro internacional Cirilo Correa. Y no se puede dejar de mencionar la antesala de la Feria de la Candelaria como lo es, el Festival Grande de Venezuela La Panoja de Oro, declarado Patrimonio Cultural Nacional de la Humanidad, el cual tuvo sus inicios en el año 1980 y ha realizado a la fecha 43 ediciones trascendiendo los límites del país, convirtiéndose en un festival Internacional y en el año 2020 nace como semillero de la Panoja, el Festival folklórico Infantil El Panojerito de Oro.
Estamos convencidos que los líderes de esta revolución abrigada en el corazón del pueblo, hacen notables esfuerzos por cumplir con el compromiso asignado por la expresión popular y soberana, batallando estoicamente contra las arbitrarias y viles sanciones que sin razón alguna le han impuesto a nuestro país.
Esos desafíos los estamos afrontando con dignidad y decoro, aferrados a la memoria de nuestro eterno líder Hugo Rafael Chávez Frías. Es procedente expresar que nuestra ciudad está en manos de gente comprometida con el desarrollo, que se las ingenia para invertir los recursos con sensatez y perspectiva futurista, asociada a una gestión nacional que enfoca su acción de gobierno en el bienestar del venezolano, pudiendo decir sin temor a equivocarnos, que aquí existe un solo gobierno, comandado por nuestro líder eterno Hugo Rafael Chávez Fría y continuado por
Nuestro presidente obrero Nicolás Maduro Moro, nuestro gobernador José Vásquez Aranguren y Nuestro Alcalde Ramón Piñango Moreno, apoyados por supuesto por la parte legislativa del Consejo Legislativo del Estado Guárico y la Cámara Municipal de Infante Valle de la Pascua es un punto geoestratégico para la inversión.
Su población, trabajadora y entusiasta ante los desafíos de las variantes económicas realiza emprendimientos exitosos de productos de consumo diario, fabricación de dulces y confites derivados de la creatividad dulcinea del llanero, comidas rápidas, verdulerías, comercialización de productos diversos, acciones de comercialización que generan empleos y satisfacen necesidades básicas de consumo, entre otros efectos positivos que dinamizan la economía local.
Nuestra ciudad cuenta con escuelas, liceos, colegios y universidades que garantizan la formación educativa de niñas, niños, jóvenes adultas y adultos. Canchas deportivas, un gimnasio cubierto, estadios de béisbol, espacios recreacionales que son complementos para la formación integral de nuestra población.
Valle de la Pascua es una memorable fuente de acontecimientos que fortalecen la memoria histórica de la patria. Sus viejos y abruptos caminos fueron testigos de excepción del trajinar patriota, caminos donde nuestros héroes forjaban sus ideales libertarios en la búsqueda de la emancipación ante las tiranías criminales, despóticas y creadoras de la miseria humana.
Las calles de Valle de la Pascua son filones de la evocación. Cada esquina es una anécdota, un recuerdo, un personaje expresión de la simpática cotidianidad, sin duda esta gran ciudad es génesis inagotable de motivos que nos conmina a vivirla con ese afecto que distingue al gentilicio vallepascuense.
Amigas y amigos: es tiempo para la reflexión profunda, concebir la convicción que el sentido de la vida radica en que nos brinda una brújula interna que nos guía en la toma de decisiones, nos motiva a trascender nuestros límites y nos infunde el propósito elevado del servicio al prójimo, porque quienes somos residente en esta querida ciudad, forjadora de mujeres y hombres insignes, tenemos el indefectible deber de ser ejemplares ciudadanos, hombre promotores del bien y protagonizar acciones virtuosas.
Concluyo estas palabras, citando al insigne y memorable bardo cumanés Andrés Eloy Blanco, poeta de edificante sensibilidad social, quien en su didáctico poema Coloquio bajo la Palma decía: Lo que hay que ser es mejor, y no decir que se es bueno, ni que se es malo, lo que hay que hacer es amar lo libre en el ser humano, lo que hay que hacer es saber, alumbrarse ojos, mente, corazón y manos y después, ir por el camino alumbrando.
Muchas gracias y que El Dios Todopoderoso les bendiga… Ignacio García Castillo | 30 – 01 – 2024