El 10 de enero de 2010, una nueva estrella comenzaba a brillar en el firmamento del beisbol venezolano. Ernesto Mejía, el joven inicialista de las Águilas del Zulia, se convirtió en el primer pelotero en la historia de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) en adjudicarse los premios de Novato del Año y Jugador Más Valioso (MVP) en una misma temporada.
Una hazaña que, quince años después, sigue siendo recordada como una de las más impresionantes en la historia de nuestro circuito.Con una campaña deslumbrante, Mejía demostró un talento para el bateo de poder y una madurez notable para un jugador en su primer año como profesional.
Sus números hablan por sí solos: AVG de .292, 14 cuadrangulares, 14 dobles, 41 carreras impulsadas y 35 anotadas en 57 encuentros.
Sus contribuciones fueron fundamentales para que las Águilas del Zulia aseguraran su puesto en la postemporada, demostrando que su equipo había encontrado en él a un líder ofensivo de primer nivel.
El impacto de Mejía en la Liga fue inmediato. Su capacidad para conectar batazos largos y su habilidad para producir carreras en momentos clave lo convirtieron en uno de los peloteros más populares y respetados de la LVBP.
Su desempeño no solo le valió el reconocimiento de los fanáticos y los medios de comunicación, sino también el respeto de sus compañeros y rivales.La temporada de Ernesto Mejía en 2010 fue mucho más que una simple colección de números.
Fue la confirmación del arribo de un talento excepcional, un pelotero destinado a dejar una huella en el torneo invernal venezolano.
A quince años de aquella inolvidable campaña, Ernesto Mejía sigue siendo recordado como uno de los mejores peloteros venezolanos de su generación. Su última contienda en Venezuela fue en la edición 2013-2014 cuando bateó cerca de trescientos puntos porcentuales (.275) y sacó 13 pelotas y registró 46 carreras empujadas.
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