Durante una misa rica en ritos y símbolos, custodiada por un importante dispositivo de seguridad, León XIV recibió los emblemas papales: el palio, una prenda que pende de los hombros y luce sobre la casulla, y el anillo del pescador, que se forja de manera especial para cada pontífice y debe ser destruido tras su muerte.
El papa recalcó su «gratitud», insistió en la “unidad” de la Iglesia y abogó por la “caridad”, en lugar de “atrapar a los demás con el sometimiento, con la propaganda religiosa o con los medios del poder”.
Antes de la misa, el líder de 1.400 millones de católicos realizó su primer recorrido por la plaza de San Pedro en el papamóvil, sonriendo y saludando a la multitud reunida para la misa de inicio de su pontificado, diez días después de su elección.
León lamenta conflictos en Gaza y Ucrania y se reunirá con ZelenskiA la cita asistieron el vicepresidente de Estados Unidos, J.D.
Vance, la presidenta peruana Dina Boluarte, con quien sostuvo una reunión antes de la misa inaugural, y sus homólogos de Colombia, Gustavo Petro; Ecuador, Daniel Noboa, y Paraguay, Santiago Peña.
Entre los demás invitados destacados figuraban el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, el nuevo canciller alemán Friedrich Merz, el presidente israelí Isaac Herzog y los reyes de España, Felipe y Letizia.
León XIV también mencionó la catástrofe humanitaria en curso en la Franja de Gaza, donde Israel lleva a cabo una ofensiva contra el grupo terrorista palestino Hamás. “No podemos olvidar a los hermanos y hermanas que sufren a causa de la guerra.
En Gaza, los niños, las familias, las personas mayores que sobreviven sufren de hambre”, lamentó.
Rr (afp/ap)