Nos acompañó Don Julio Cabeza Rangel en su búsqueda. Visitamos antiguos paraderos y finalmente nos topamos con un conocedor de esta disciplina o más bien hobby, que algunos pomposamente llaman “deporte”. Se trata del profesor Guillermo Aragort, filósofo, seminarista y juez de gallos.
Nativo de San Francisco de Macaira y afincado en Valle de la Pascua desde hace treintiún años. Estuvo a un tris de ser ordenado sacerdote. Desde muy joven sintió la vocación de servirle al Juez Supremo, al Rey de Reyes.
Cuando contaba dieciséis años se marchó a Bogotá y empezó a estudiar Filosofía Pura en la Universidad San Buenaventura y luego Teología en la Universidad Pontificia Javeriana de la capital colombiana. –Me echaba mis escapaditas del seminario para ír a los desafíos que tenían lugar los fines de semana en galleras de los barrios de Bogotá, recuerda y sonríe a gusto.
El padre del profesor Aragort era criador de gallos, “ regularmente asistíamos a los desafíos en Guaribe, Caucagua, Altagracia de Orituco y Valle de la Pascua. En principio la cuerda estaba conformada por gallos criollos y posteriormente se incorporaron gallos españoles y cubanos que mejoraron sensiblemente la raza” .
En la plaza El Venezolano de Caracas, había un señor Pérez Falcón que era vendedor de gallos cubanos. A él se le hizo la primera compra. recuerda este cronista oficioso que se emociona al contar las historias que forman parte de su vida..
El hombre conoce la materia y es un verdadero apasionado del tema, nos comenta que las riñas de gallos datan de 700 años antes de Cristo, “el rey Temístocles arengaba a sus soldados antes de salir a la batalla con peleas de gallos, para estimularlos a combatír hasta la muerte.
A nuestro país, esa afición llegó con los conquistadores españoles, aunque en las islas vírgenes había cría de gallos desde tiempos inmemoriales. Estos gallos se peleaban sus territorios con el resto de los machos, en la búsqueda de sus hembras” Añade el cronista que los gallos de pelea son oriundos de Irán e Irak y llegaron a la madre patria con la conquista de los moros, “que por ochocientos años jugaron grandes desafíos en diferentes puntos de la península ibérica” .
Apunta el entrevistado que las riñas de gallos constituyen un ritual para los aficionados, “sábados y domingos son sagrados para el jugador. Viste sus mejores galas y va a este encuentro con la fortuna, con el azar, con la pasión de ver pelear a sus favoritos en encarnizado combate que dura solamente veinte minutos” .
Nos habla de las galleras, “en primer lugar la gallera El Tiuna, barrera emblemática de la población que guarda anécdotas y vivencias, inolvidables para sus protagonistas y testigos.
Se habla de lances que cobraron vidas, la gallera El Corozo, gallera El Tropical de Tucupido, propiedad de un gran aficionado como lo es Mario Albano, gallera El Chivú, gallera El Caney, gallera de Nato Bruces, la legendaria gallera El Maguey de grata recordación.
Allí asistimos a desafíos memorables con gente del patio gracitano como Rosalino y Miguel Rosas, el Negro Dáger, Teobaldo Valiente”
–-Y los galleros?
Hasta un corrío canta Armando Gonzalez, donde le rinde tributo a estos hombres aficionados a las peleas de gallos… —Los galleros de la pascua son muchos, pero hay nombres que sintetizan esta pasión. Podemos mencionar a Domingo Vargas Díaz, Monche Camero que asiste regularmente a los desafíos,
Eulogio Bandres, Mario Albano, Hiramides Ruíz y de los que se marcharon al oriente eterno, nos quitamos el sombrero y aplaudimos figuras como Héctor Miranda Bustillos, Vitoco Felizzola, Don José Gallucci. Después nos hablaron de Eduviges Bolívar, Orestes Briceño.
DAR DIECES, DOCES Y CATORCES —Y el sistema de apuestas, que sólo lo entienden los aficionados al pico y la espuela? —
Viene de tiempos lejanos. De cuando existía el llamado “peso gomero” que era equivalente a cuatro bolívares de los viejos.
A partir de esa denominación se efectúan las apuestas. Así tenemos la apuesta “pelo a pelo” o “por derecho” que es apostar una cantidad igual. Ejemplo, mil contra mil. Luego “dar a la mitad”, es obvio que es mil contra quinientos. “Dar dieces” es cuatro bolívares a cinco, “Dar doces” es cuatro bolívares a seis, dar catorces es cuatro a siete.
Vale decír el el que da dieces, doces o catorces gana cuatro bolívares; pero si pierde debe pagar cinco, seis o siete bolivares por cada uno. —explica el profesor Aragort.
Abunda en detalles sobre el sistema de apuestas y dice, “también hay las apuestas cuando el gallo de uno está “sobrao” en la pelea. Se da a medio, a real, a bolívar, a tres reales y a dos bolívares. Todo ello contra cinco bolívares o un “fuerte” que era la denominación de la moneda de plata que también se le conocía como “un cachete” o “un carepalo”.
—Y la “palabra de gallero” que vale más que un documento notariado, todavía existe? –
-Claro que sí y hoy más que nunca, la “palabra de gallero” tiene una fortaleza y un valor extraordinarios. Efectivamente vale más que un documento, los papeles los falsifican: mientras que la palabra se mantiene hasta el final.
Hay que ver la elegancia y la decencia del jugador que pierde una apuesta, cuando se dirige a cancelar, a honrar el compromiso con el contrario. Es un acto espontáneo que responde a la lealtad,a la nobleza del jugador. –dice Aragort. —Pero habrá casos en que no cumple con la palabra… –
—En muy contadas ocasiones ocurre. El que niega una apuesta se raya para toda la vida. Se le cierran los caminos en todas las galleras, porque la voz se riega, “fulano es un mal tercio”, “fulano es un cujicero, ese no paga” .
–Usted es juez de gallos, imparte justicia en el redondel y manda más que un coronel…le comentamos. —El exseminarista sonríe e indica que el primer reglamento de gallos, “refrendado por el General José Antonio Páez es del año 184, luego surge hacia comienzos de la década de los años sesenta el reglamento que recoge los lineamientos del primero.
Es elaborado por un representante de cada estado de Venezuela en Barquisimeto Y el último dossier es del año 1997. Fue aprobado en convención que tuvo lugar el 19 de abril de 1997, en el marco de la Primera Feria Mundial del Gallo de Oro y tiene el aval de 2 ó 3 personas por cada estado de Venezuela.
En esa oportunidad el Guárico fue representado por Mario Albano.
EL LABORATORIO DETECTA IRREGULARIDADES
—Hoy día se cuenta con laboratorio. De este modo se garantiza la jugada, las apuestas, la transparencia…le decimos. —Efectivamente. Debo decir que me correspondió impulsar el uso del laboratorio. En este pequeño laboratorio se detecta cualquier irregularidad cuando se casan dos gallos.
En primer lugar se le pasa un algodón humedecido con agua destilada a todo el cuerpo del animal y se vacían gotas en sustancias reactivas que nos “hablan” del estado del gallo.
Explica que el lugol detecta alcaloides, el rojo congo detecta azúcares, almidones y otras sustancias como el agua de guásimo, de drago, de dividive, “asi mismo, la naftalina detecta acidez y el hidróxido de sodio indica presencia de ácidos, como el limón, tomate o piña.
Se sabe que un gallo está “sucio” cuando cualquiera de estos reactivos cambia su color original. La grasa es otro indicador de que el animal está contaminado. Se detecta al tacto o con alcohol absoluto.” –indica el experto.
—NO SE UTILIZAN LAS ESPUELAS NATURALES, POR QUÉ?
Es una costumbre arraigada en todo el país. Ocurre que las espuelas postizas son como un punzón, generan hemorragias internas. Las fabrican de Carey o Parape y se les llama “cubanas”, porque fue en la antilla mayor donde se impuso el uso de las espuelas artificiales. Aquí en Valle de la Pascua tenemos fabricantes de espuelas como Jesús Hernández, Luís Toro y Luís Posada “El Colombiano”. Un par de “cubanas” se vende a 50 bolívares fuertes..
—Y los montadores famosos?
—Guyo Martínez, Crispulo García; montador y juez, Vicente Zerpa de El Socorro y el caraqueño “vallemetido”, Manuel Rios. —Cuál es el peso de los gallos de pelea? —El más pesado tiene 1.800 gramos y el peso ideal o promedio está en los 1.500 ó 1.600 gramos, mientras que los muy pequeños tienen 1.300 gramos.
ZAMBO, GIRO, PINTO Y CANAGUEY —Y. los colores de los animales? —Tenemos un arcoiris, una profusión de denominaciones. Así tenemos el zambo,colorao o malatobo que es rojo con negro, el giro que es fondo negro con la variedad de amarillo intenso, claro, plata o cobre, el canaguey que es blanco con alas rojas, el marañón que es azul con marrón más o menos intenso en las colas, negro y blanco, el gallo pinto es blanco con negro, blanco con marrón, el gallo jabao es color gris, papel periódico y tenemos el jabao amarillo y el jabao gris.. También el gallo negro y el gallo blanco.
—La temporada de juegos, cuándo inicia y cuándo concluye?
—Las mejoras sustantivas en las estructuras de cría y entrenamiento permiten jugar todo el año. En años anteriores en la época de lluvias no se jugaba, porque no había condiciones de sanidad. Hoy día los animales están protegidos del aire, de la lluvia y de la intemperie. Disponen de espacios exclusivos con escasa luz, sin molestia alguna, protegidos de la plaga y sin corrientes de aire. Generalmente en jaulas de 70X70X70, con atención privilegiada como auténticos gladiadores que son.
—Y entre pelea y pelea, qué hacen los apostadores?
—Chocan las copas, pican algo de comida, comparten con los amigos y también con las amigas, porque cada día es mayor la afluencia de damas a las galleras. Esposas, familiares, amigas de los galleros se dan cita con sus parejas a estos espacios que antes eran exclusivos de los caballeros. Al finalizar las peleas, luego del desafío, el juego de dados y batea.
Es una costumbre. La entrevista se realizó en dos tiempos. Conversamos con el profesor Aragort en el redondel de la gallera de Nato Bruces en las cercanías de la manga de coleo “Coleadores Guariqueños” de Valle de la Pascua. Se realiza un evento en homenaje a Manuel Oropeza Fraile, “Palo de Hombre” y en el Liceo José Gil Fortoul, la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil Carlos Montilla ofrece un concierto en homenaje a las madres.
Se prepara el octavo combate de la noche y preguntamos al entrevistado. —Se ha resentido la jugada con la crisis econòmica? —Realmente no. La jugada se mantiene igual, no ha habido cambio alguno. En todas las galleras de la región se juega parejo y algo importante, el elemento político está prácticamente proscrito. Para nada interviene la militancia o color de los jugadores.
En la gallera, “los rojos rojitos” y los de cualquier otro color hacen sus apuestas sin problema alguno.
—Y el país, cómo lo observa?
La pelea está por empezar. Los montadores y criadores dan los últimos toques a los animales. Se oye en el ambiente que están parejos en peso, pico y espuela. Uno es marañón y el otro es zambo.
El profesor Aragort, juez de esta pelea se acomoda los lentes y echa un vistazo relancino al fondo, “siento que hay mucha anarquía, veo que el país va como sin rumbo, dando bandazos. Si a esto le sumamos la inseguridad de vida y bienes de los venezolanos, estamos ante un panorama nada halagador.
El inversionista que genera empleos y capital con sus empresas siente mucho temor y se retira, lo que empobrece al país” –Por otra parte –añade- el modelo propuesto ha demostrado en el tiempo que no funciona.
Basta remitirnos a la experiencia del llamado socialismo real en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.), donde terminó por agotamiento, por cansancio de la sociedad.
No hubo necesidad de insurrección alguna, sino que todo cayó de un día a otro. La otrora República Popular China camina a pasos agigantados hacia el capitalismo.
Agrega presuroso porque la pela está por iniciarse, “las proposiciones ideológicas, doctrinarias, no pueden aplicarse de manera obligada. Para nosotros era lectura obligada “El Manifiesto Comunista” y más recientemente los Cuadernos de Educación Popular de Martha Harnecker.
Era nuestro deseo de aprender, confrontar, discutír, pero hoy día cuando ha pasado tanto agua debajo de los puentes y las experiencias vividas nos enseñan que el camino estaba errado, debemos buscar nuevos derroteros.
En síntesis, al país no lo veo bien, hay mucha experimentación con lo conocido” Suena la campana y el juez se acomoda en su sitio preferencial. Empiezan las apuestas fuera de cartilla. Afuera, los parroquianos chocan las copas. Guillermo Aragort: Juez de Gallos
LA PALABRA DE GALLERO VALE MAS QUE UN DOCUMENTO —
Galleros como Héctor Miranda Bustillos, José Gallucci, Leopoldo Loreto, Vitoco Felizzola José Gregorio Camero; llenan muchas páginas de la historia local de los aficionados a las riñas de gallos. —
Dar “dieces”, “doces” y “catorces”, forma parte de la jerga que utilizan los aficionados cuando apuestan al giro, zambo, canaguey, marañón, jabao o pinto de su preferencia. —Las galleras El Maguey, el Tiuna, el Chivú, la Mariposa, el Corozo formaron parte del recorrido obligado de los amantes de las peleas de gallos en Valle dela Pascua. VALMORE GARCIA. C.N..P. 6.547