La policía de Clearwater investiga posible mala praxis en la muerte de Hulk Hogan ocurrida el 24 de julio.
Según TMZ, un terapeuta ocupacional presente ese día declaró que un cirujano habría “cortado el nervio frénico” del luchador durante una operación reciente, lo que afectó su capacidad respiratoria.
Esto contradice el informe inicial de paro cardíaco, sugiriendo que Hogan “simplemente dejó de respirar” como consecuencia de este error médico durante su recuperación de una cirugía cardíaca realizada en junio.
Brooke Hogan, hija del luchador, expresó su desconcierto en el programa “Bubba The Love Sponge”: “¿Cómo es que nadie detectó un recuento alto de glóbulos blancos? Eso es lo que más me molesta».
La joven desmintió que su padre tuviera leucemia, como sugerían reportes forenses, destacando que sus análisis de sangre previos mostraban salud excelente.
Brooke también cuestionó que no se realizara autopsia: “Se puede tener un infarto, pero la pregunta es: ¿cuál fue la causa?”.
Contradicciones médicasMientras documentos forenses obtenidos por Page Six mencionaban leucemia, allegados al luchador aseguraron que su recuperación cardíaca avanzaba satisfactoriamente.
Una fuente declaró a US Weekly en junio: “Hulk se sometió a una cirugía de corazón bastante grave hace unas semanas, pero se encontraba bien. No estuvo cerca de la muerte”.
La policía mantiene comunicación con la familia mientras continúa la investigación, señalando que “todo esto lleva tiempo” según declaraciones a TMZ.
Investigación en cursoLas autoridades confirmaron que la investigación sigue abierta y que consideran múltiples hipótesis, incluyendo negligencia médica.
La familia Hogan ha cooperado con las pesquisas, recibiendo actualizaciones regulares sobre el caso.
El departamento de policía de Clearwater no ha descartado solicitar una exhumación para aclarar las circunstancias exactas de la muerte, especialmente tras las serias dudas planteadas por su hija sobre la posibilidad de error médico.
Ronda