A televisión latina se ha teñido de luto, pues este 11 de septiembre se ha dado a conocer el sensible fallecimiento de una de sus más queridas e icónicas figuras venezolanas: Eduardo Serrano.
El actor de telenovelas, recordado por participaciones en producciones como El Cuerpo del Deseo (Telmundo, 2005) y El Rostro de la Venganza (Telemundo, 2012), murió a los 82 años luego pelar una dura batalla contra el cáncer, según ha informado su propia familia.
Magaly Serrano, hija del histrión, tomó su cuenta de Instagram para dar a conocer el deceso de su padre y dedicarle un sentido mensaje.
“Este no es un adiós, amor de mi vida… Este es un ‘nos vemos pronto mi estúpido amado, mi rey, mi vida, lo más bello que tiene la hija, mi amor’”, escribió la también actriz al compartir un video con una recopilación de momentos familiares junto a su padre.
«Pienso en tus 82 años y no puedo sino agradecer tu vida. Fuiste el mejor hijo y hermano: Obediente, entregado, amoroso, respetuoso. El favorito de Tata y Toto y de tus hermanos: Oma y Miguel.
Pudiste vivir te lo que amabas hacer y eso si que es una bendición, y no sólo vivir de eso: ser exitoso, innovador, respetado y ciertamente una leyenda, y lo fuiste porque primero fuiste: compañero, humilde, inteligente, profesional, respetuoso y visionario”, continuó la hija del actor.
Magaly, hija de Eduardo Serrano, dio a conocer el triste fallecimiento de su padre. © Instagram @serrano_magalyMagaly, hija de Eduardo Serrano, dio a conocer el triste fallecimiento de su padre.
«Fuiste el mejor padre que pueda existir, para TODOS tus hijos, TODOS y soy testigo. No existió momento en que no tuviéramos lo mejor de ti, de tus valores, tus conversaciones, tu entrega, tu complicidad, tus abrazos, tus buenas noches, tus buenos días, tu confianza, tu AMOR. Eres mi mejor amigo, contigo tengo mis mejores recuerdos”, agregó Magaly en su sentido mensaje.
«Te voy a extrañar… ¡¡¡Dios solo sabe cuánto!!! Tu amor queda como una huella imborrable en cada uno de nosotros. Te amo mi rey, nos vemos cuando sea, para siempre, en un rato.
Dios te recibe en sus brazos, de eso estoy segura. ¡Mi luz, mi vida, mi todo! Con todo mi amor”, concluyó.
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