Por Rafael Castillo J. CNP 17120. .Nuestros ríos son inundables y valga la parodia al Gabo en el titulo de éstas letras, para resaltar, como las sepiternas inundaciones ríos; a pesar de ser una situación conocida, como lo fue el «desvivir»de Santiago Nasar, que inspiró la novela de García Márquez , nuestros gobernantes ( los de ahora y los de ayer) repiten la conducta, «saquitos de arena» , bolsas para los damnificados y las innumerables fotos y vídeos, para vender una imagen de EFICIENCIA y EFICACIA que no tienen ( al menos en el problema en cuestión).
El hombre de la caverna, cuando inventó el fuego, la rueda y luego los que fabricaron la pólvora y la imprenta, demostraron su capacidad para vencer las limitaciones que les presentó la naturaleza.Hoy los holandeses han vencido al mar y donde había agua, ahora hay hasta ciudades.
De manera que la calidad de vida de los ciudadanos, no sólo depende de El Creador . Son los administradores de los recursos quienes tienen la obligación de ejecutar obras en aras del bien común de la Sociedad.Así las cosas, en los albores del siglo XXII,es injustificable,las anunciadas inundaciones.
Urge una política de Estado, orientada a tal fin.Venezuela, país de inmensa riqueza minera, puede iniciar de inmediato la construcción de la infraestructura y mantenimiento de nuestros ríos.
De lo contrario, volveremos a tener la misma situación y al igual que en «Crónica de una muerte anunciada»los hermanos Vicario ( inundaciones)desviviran a Santiago Nasar ( damnificados). No valdrá acordamos de Santa Bárbara cuando truene.02/08/25.