El papa León XIV proclamó santo a Carlo Acutis fallecido en 2006 a los 15 años.Este domingo 7 de septiembre, la canonización de Carlo Acutis en Roma conmovió al mundo católico.
En Venezuela, la emoción se vivió con especial cercanía familiar.
La periodista Macky Arenas reveló en 2020, a través de Aleteia, que el joven santo tiene vínculos directos con una familia caraqueña, profundamente marcada por su legado espiritual.
Carlo Acutis: el testimonio de sus tíos venezolanos
Rosa Pellino, tía abuela de Carlo, reside en Caracas junto a su esposo Miguel Dao, abogado y exdirector del CICPC. Ambos compartieron su testimonio
Durante la beatificación, Rosa expresó entre lágrimas: “Estamos muy felices, pero habríamos querido estar en Asís. No hemos dejado de llorar desde Caracas”.
La familia, de tradición católica “light”, como ella misma describe, nunca imaginó tener un santo entre sus parientes.
La fe de Carlo transformó esa percepción.Un niño con vocación temprana
Desde pequeño, Carlo lloraba por entrar a las iglesias. Rezaba con fervor y predicaba con naturalidad. Su espiritualidad se manifestaba incluso en gestos cotidianos.
Rosa recuerda que Carlo ayudaba a indigentes, compartía su paga y tenía una sensibilidad especial para el sufrimiento ajeno. “Tenía un don”, afirma con convicción.
El joven predijo su muerte y el nacimiento de sus hermanos gemelos. Su conexión con lo divino impactó profundamente a quienes lo rodeaban.
Fe, duelo y esperanza en la familia DaoMiguel Dao, tío abuelo político de Carlo, vivió la pérdida de su hijo Aníbal en un accidente de paracaidismo.
Su fe lo sostuvo en medio del dolor.En redes sociales, compartió: “La voluntad de Dios quiero respetarla… me quedo con esos hermosos momentos que pasé con mi muchacho”.
Citó a Neruda: “Que el amor nos salve de la vida”.La canonización de Carlo reavivó ese amor.
Para Rosa y Miguel, su sobrino fue un ángel que pasó por la tierra para sembrar esperanza y fe.Un legado que toca corazones desde CaracasLa familia Acutis-Pellino llegó a Venezuela durante la Segunda Guerra Mundial.
Desde entonces, sus raíces se entrelazaron con la historia espiritual del país.Carlo, genio de la informática y devoto de la Virgen María, dejó huella en redes, en parroquias y en corazones.
Su canonización confirma lo que muchos ya intuían.
Para sus tíos venezolanos, este acontecimiento no solo honra su memoria, sino que los impulsa a vivir una fe más profunda, como él lo hizo: con alegría, entrega y convicción.
2001