Ni una prometedora puesta en escena ni la incursión constante en el área contraria con la que entró en el partido ni siquiera el 0-1 de Raheem Sterling evitaron otro fiasco del Chelsea, sin pegada primero, sin fútbol ni carácter después, desdibujado, remontado y derrotado sin excusas por el Southampton, que le levantó el partido con una facilidad inesperada e inconcebible con dos goles antes del descanso.Sólo al final, cuando el 2-1 parecía un destino invariable para Sterling, Mount y compañía, apretó el acelerador a la caza desesperada del empate; demasiado tarde para el equipo londinense, que se quedó sin tiempo y se queda sin margen de error, porque puede terminar la quinta jornada de la ‘Premier’ a ocho puntos del liderato del Arsenal, si éste vence el miércoles al Aston Villa, y del décimo para abajo. Hoy es octavo en la tabla.
EFE