Wilfredo León Loreto está convencido de que la bicicleta es el vehículo ideal para que la gente se transporte. No es contaminante desde ninguna perspectiva, fácil de estacionar, coadyuvante a la salud física, a precios razonables al alcance de cualquier bolsillo. Tiene dos bicicletas; una de alta competencia y la de diario, con la que hace veinte kilómetros casi diariamente. Pedalea desde su casa en Guamachal hasta la sede de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, donde se desempeña como docente desde hace seis años. —Me imagino por un momento el casco central de Valle de la Pascua tomado por cientos de ciclistas movilizándose a sus trabajos. En lugares estratégicos habrían estacionamientos para las máquinas, con sus respectivos seguros o candados que cada propietario tendría en su bolso. —comenta el entrevistado. León Loreto estudió ingeniería agrónoma en el Tecnológico de Monterrey, México y allí hizo sus primeros tanteos con la bicicleta. Formó parte de los equipos ciclísticos de su alma mater y luego, con los problemas que presenta su ciudad debido al colapso automotor, propone una campaña para el uso masivo de este medio de transporte. Militante revolucionario, hijo de campesinos, nació en la Clínica Guárico de esta población el 18 de julio de 1954. Lo trajo al mundo, le dijo su madre, el doctor Antonio Malavé El papá de Wilfredo entró en la industria petrolera y empezó la viajadera.La compañía decidía el rumbo, el destino de sus trabajadores y de sus hijos. La primera mudanza de Wilfredo León Loreto fue al campo Oritupano en el Estado Monagas, “allí inicié mis estudios de primaria. Era el concepto de campo norte donde vivían los “gringos” y campo sur donde vivíamos los criollos, los obreros, los trabajadores. Teníamos todas las manifestaciones de la cultura norteamericana; el club, el cine, los campos de golf, el comisariato con las tarjetas. Allí estudié hasta cuarto grado, porque a mi viejo lo trasladan nuevamente para Valle de la Pascua” —En qué colegio continúa sus estudios? —En el Grupo Escolar Rafael González Udis. Una escuela gigantesca al lado de la escuelita de Oritupano, donde todos nos conocíamos, con instalaciones pulcras y todos los servicios. El González Udis tenía una población estudiantil numerosísima y los compañeros eran crecidos, unos hombres. Además, rotàbamos aulas y maestros, lo que para mí era un completa innovación. —rememora León Loreto. Viene a la memoria del profesor un dato que lo marcó, “los exámenes finales Eran todo un acontecimiento y el grado de competitividad estaba bien acentuado. Yo llevaba tres lápices mongol con su respectiva punta sacada, para no perder tiempo. Hacían una revisión integral de los conocimientos. Empezábamos a las siete de la mañana y luego íbamos a almorzar y regresábamos en la tarde, hasta concluir la prueba que era de escritura, práctica y oral. Un verdadero maratón”. EN LA TIERRA DE LOS WARAOS “La compañía” decidió que el padre de Wilfredo fuese a prestar servicios en Tucupita, capital del entonces Territorio Federal Delta Amacuro, “era un lugar inhóspito, húmedo, con nubes de plaga y muchas enfermedades. Hicimos la travesía desde Barranca de Orinoco a Caño Mañamo y en Tucupita me inscriben en el Colegio de los curas. Habia mucha rezadera y pese a que yo venía entrenado por una tía que era muy católica, me rebelaba. Además, era obligatorio llevar todos los días, todos los libros y libretas. Era una mochila que pesaba como diez kilos” —Debido a las malas condiciones climáticas me mandan nuevamente a Valle de la Pascua y termino el sexto grado en la Escuela Juana Josefa Vargas, Mi maestra era Mercedes de Rivero y entre mis compañeros recuerdo a César Zamora, Ana Teresa Suárez y Armando Oconnors. Termino la primaria e ingreso al Liceo José Gil Fortoul en el año 67. —indica León Loreto. Es el año del terremoto de Caracas y se gestaban en Francia, las revueltas estudiantiles que dieron lugar a la Revolución de Mayo, con las huelgas de la Renault y Daniel El Rojo a la vanguardia. “Prohibido Prohibir” era una de las consignas de entonces. –Usted comienza en el Gil Fortoul en el año 67. Sin ser militante formal de los grupos de izquierda, ya viene teñido de rojo. —le decimos. –Es verdad. Mi papá era obrero petrolero y colaboraba con los movimientos que luchaban en los años cincuenta contra la dictadura de Pérez Jiménez. Fue adeco hasta que se produce la ruptura y nace el Movimiento Electoral del Pueblo con el maestro Luís Beltrán Prieto Figueroa como líder. Allí se incuba un germen de rebeldía y simpatía por las ideas izquierdistas, socialistas. León Loreto llega al Gil Fortoul y se conecta con los grupos de izquierda, “participo activamente en la agitación para la creación de los centros de estudiantes, porque si bien para la época habìa una gran actividad cultural en nuestro liceo, el movimiento estudiantil estaba asfixiado. Ganamos las elecciones estudiantiles y resultó electo Alejandro Toro, como presidente de la organización que representaba a los estudiantes. RUMBO A MEXICO Wilfredo Leon Loreto concluye el bachillerato y decide irse a México. Su compañero Martín Pérez Mansilla había hecho gestiones por ante el Tecnológico de Monterrey y le pasa la información. “Ocurre que por mi participación en política y dedicarme a recorrer el país en una moto que había comprado, salí muy mal en quinto año y me “rasparon” muchas materias. Me fajé a estudiar duro y saqué todas las materias y me prometí que se había acabado la rumba. En lo adelante era estudiar duro e ir en busca del tiempo perdido. Ultimé detalles con el Tecnológico de Monterrey y conversè con mi papá” —Mis estudios tenían un costo de 125 dólares mensuales. Mi viejo me apoyó con todos los hierros y me marché a México. Llegué a Ciudad de México y luego tomé un autobús y rodé durante 17 horas para llegar a Monterrey. Allí conocí a un grupo de venezolanos de Barquisimeto, con los que hice una gran amistad. A los dos años vine de vacaciones al país y me asombró el nivel de consumismo de entonces. La gente viajaba mucho a Miami y era la epoca del “tabarato” Wilfredo termina su carrera en el año 1977 y empieza a trabajar en Tucupita con la Fundación de Asistencia al Agricultor, FUSAGRI, “en un programa de asistencia técnica en alianza con la Corporación Venezolana de Guayana. Paralelamente a ello, participo en política y salgo electo concejal con el apoyo de todos los grupos de izquierda. Soy el único concejal de izquierda en Tucupita”. Conoce a una “pavita” de nombre Ysmaris con quien casa en el año 1980. Es transferido a Valera hasta el año 82 y luego viaja nuevamente a México donde hace postgrado en Administración de Empresas Agropecuarias. Con esta formación profesional, León visualiza un proyecto que luego convertiría en realidad. —Es el programa de ceba estabulada que cristalizamos con el desaparecido empresario del campo, Freddy Ledezma en el municipio Chaguaramas. Se trataba de maximizar la productividad en el área de la ganadería, con recursos de la zona, y la práctica nos demostró que se podía hacer. Fueron cinco años de trabajo y logramos producir la mejor carne de Venezuela. Sacábamos 100 animales semanales de 450 kilos en adelante. Hacíamos un manejo tal que el animal aumentaba 1.200 gramos diarios y en 90 días de ceba iban al mercado. A Maracay, Turmero, Villa de Cura, Santa Teresa, Caracas y San Juan de los Morros. VAMOS EN BICICLETA Y llegamos al tema de la bicicleta como alternativa de transporte para Valle de la Pascua. Ello tiene que ver con el consumismo, con status y con los valores del capitalismo. A ello se le suma la ausencia de políticas efectivas de transporte y movilización colectivas, vialidad urbana, recursos municipales. –En Venezuela, no hemos desarrollado transporte colectivo de calidad. Diagnósticos de origen y destino a los fines de garantizar al usuario los beneficios de confort y rapidez al trasladarse de un lugar a otro. Si un autobús me lleva a mi trabajo en 20 minutos no tengo necesidad de movilizar un vehículo que tiene un gasto energético gigantesco para trasladar a una persona. –precisa el entrevistado Añade León Loreto que el uso del vehículo personal lo origina esa ausencia de transporte colectivo eficiente y adecuado, lo que en su opinión da lugar a mayor cantidad de vehículos circulando que a su vez originan mayor deterioro de la vialidad, que ninguna alcaldía puede atender por no disponer de los inmensos recursos que se requieren para ello, “todo esto causa malestar en el usuario y en la ciudadanía en general” —Entonces –abunda- aparecen las motos. La gente trata de moverse de un sitio a otro con la mayor rapidez. Este es un vehículo que no garantiza seguridad alguna para el usuario porque no está diseñado para ello. Es un uso inadecuado el que se le ha dado a la motocicleta. A esto se suma que la delincuencia la utiliza para cometer fechorías y para transgredir las normas del transito vehicular. -En este marco aparece la bicicleta como una salida, -le comentamos –Disponemos de una ciudad plana, con muchas alternativas y es posible que buena parte de la población pueda adoptar la bicicleta como una herramienta de transporte. Lo primero que debemos trabajar es la concienciación de todos los ciudadanos en torno a la protección del ciclista. Al conductor de vehículos a motor debe educàrsele para que respete y cuide la vida del que maneja una bicicleta, sobre todo en una población que se ha tornado excesivamente violenta. -explica Leòn Loreto. Indica que debe hacerse una campaña a través de los medios de difusión masiva, señalización v ial, “es decír, una campaña integral e impulsar el marco legal a través de ordenanzas que garanticen la seguridad del ciclista. En España, se dispone de una franja roja a 1.50 metros de calzada, via libre de los que usan la bicicleta como medio de transporte” Dentro de la promoción para el uso masivo de la bicicleta, el entrevistado propone igualmente decretar espacios donde una vez por semana se puedan ocupar para moverse en bicicletas, “podemos diseñar un plan piloto en Valle de la Pascua para que cada vez una cantidad mayor de ciudadanos se mueva en este vehiculo que no contamina y contribuye con la salud del usuario. He visto por la prensa que tenemos una fábrica de bicicletas en sociedad con la República islámica de Iran. No he visto la primera bicicleta iraní, pero en algún lugar debe estar esa factoría; porque el propio presidente lo ha dicho a través de su programa de televisión” –Se necesita una condición física especial –le decimos –Debe empezarse poco a poco. Si no ha habido experiencia anterior de ejercitarse, esa forma física se puede lograr en unos cuatro meses. Debe destacarse igualmente que en algunos países europeos, le pagan al ciudadano para que baje de peso, porque es mucho más económico que atender a una persona obesa. Y el uso de la bicicleta es ideal para adelgazar. –Cómo empieza su interés por la bicicleta? –Fui presidente del Fondo de Desarrollo del Municipio Infante y no disponía de vehículo. Debía atender mucha gente en los sectores populares. Me planteé comprar una moto, pero empezaron a robarlas y me decidí por una bicicleta montañera y empecé a visitar a los beneficiarios. De allí de desarrolló el interés y luego conocí al amigo Freddy Loreto que es un gran promotor del ciclismo en nuestra población. Y en eso andamos. Ya voy por los cinco años y he llegado a hacer hasta 160 kilómetros en un día, pero empecé poco a poco. —comcluye León Loreto. Profesor Wilfredo León Loreto LA BICICLETA NO CONTAMINA, ES ECONOMICA Y ES UNA ALIADA DE LA SALUD. –Ante la ausencia de politicas efectivas de transporte colectivo, el profesor Wilfredo León Loreto, catedrático de la UNESR propone masificar el uso de la bicicleta como Medio de transporte. –Gastamos demasiado dinero en el uso del vehículo personal para trasladar a una Persona de un lugar a otro. –Se impone una campaña para concienciar a los conductores de vehículos a motor Para que protejan la vida de los ciclistas. VALMORE GARCIA, CNP 6.547