Supercopa de Europa conquistada y gol de Kylian Mbappé en su estreno (2-0). El guión ideal del Real Madrid para lograr, contra el Atalanta italiano, su sexto título en el torneo se cumplió; aunque para ello tuvo que escapar de la incertidumbre que le generó un primer tiempo con poco brillo y empezar a dar muestras de su mejor versión en el segundo.
Se encontró el conjunto blanco en el arranque con un rival de ideas claras; intenso en la presión, dispuesto a salir cuando podía a la contra en grupo y rápido, desprovisto de complejos para buscar el contacto cuerpo a cuerpo a la mínima necesidad.
Una amarilla antes de los diez minutos
Una amarilla antes de los diez minutos contuvo el ímpetu en general y el de Éderson en particular, vital en el eje del centro de campo toda vez que su compañero de faena, el capitán Marten de Roon, estaba entregado en cuerpo y alma a su papel de sombra de Jude Bellingham.
Anulado el inglés, a los suyos les faltó chispa para sacar el balón desde atrás y agitar el ataque.Llegaron entonces gestos esporádicos de desesperación entre los de arriba, con problemas para encontrar continuidad en sus acciones y generar peligro.
Así, a la media hora el vigente campeón de Europa solo se había acercado en un golpeo desde dentro del área de un volátil Mbappé, tapado por la defensa; y en un centro desde la derecha de Dani Carvajal que no lograron desviar hacia la portería Rodrygo Goes y Vinicius Jr.