The Economist – Traducción, Humberto Jaramillo.- Cualquiera de estas semanas, la sonda interplanetaria más grande de la historia. Despegará para buscar señales de vida en las profundidades de un océano oculto que acapararía los titulares, sobre los lanzamientos al espacio.
El lanzamiento de Europa Clipper el 14 de octubre, fue eclipsado espectacularmente, por el vuelo de prueba el día anterior por la Starship que está desarrollando SpaceX, un proveedor de lanzamiento de comunicación por satélite y facilitador de la colonización de Marte.
Fundado y dirigido por Elon Musk. Siete minutos después del despegue, un dedo delgado y tembloroso de fuego, guió la enorme primera etapa del lanzador de regreso a su plataforma de lanzamiento en Texas, para ser agarrado allí como si fuese una presa. Fue tentador ver el éxito de esta culminación exitosa. Musk, lo vio como un gran comienzo.
EL SISTEMA STARSHIP está diseñado para proporcionar ocho veces más masa a la órbita por vuelo, que un Falcón 9, este caballo de batalla de SpaceX, puede volar incluso más a menudo.
La compañía habla de alcanzar una tendencia de más lanzamientos por día y sus fábricas pueden construir 1.000 Starships al año. Musk, habla de reducir los costos para enviar una tonelada a la órbita al menos en diez veces.
La idea de Musk, es permitir que los humanos, podamos vivir en otros planetas y sin ninguna duda lo está logrando.
Espera que en pocos años, este enviando cientos de naves a Marte para ir preparando el asentamiento en ese planeta. Para luego comenzar con los primeros colonos. Ahora mi pregunta es: ¿Les gustaría vivir en Marte? Esperemos a ver.
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